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¿PENSAR BIEN, PENSAR MAL O NO PENSAR?

Existen dos modos principales de entender la filosofía: uno objetivo o realista, originado en Aristóteles (384-322 a.C.), y el otro subjetivo o idealista, originado en René Descartes (1596-1650).

Según el primero, todas las cosas que conforman la realidad ‘son lo que son’, independientes de lo que pensamos que son.

En cambio, según Descartes, las cosas no son lo que son, sino ‘lo que pensamos que son’, es decir, las meras ideas con las que las identificamos.

¿Qué consecuencias trae pensar de una u otra manera?

Pensar objetivamente posibilita concordar con quienes también aprecian la verdad de lo que es real, por tratarse de un factor común a todos los seres humanos. En cambio, pensar subjetivamente, sin tener ningún punto de referencia concreto, conduce a reducir todo al intercambio de 'meras opiniones individuales', que en vez de asegurar la veracidad de lo conocido, concluyen que todo es relativo e incierto.

¿Cómo conocemos el ser real de las cosas sin cometer errores?

La respuesta del Realismo a esta pregunta descansa en un ‘Principio Supremo’, en el que se basa toda la realidad y todo el pensamiento. En él confluyen tres ‘primeros principios’, llamados así porque siendo evidentes en sí mismos, no necesitan de otros principios para ser demostrados, y porque, además, es imposible contradecirlos sin caer en el absurdo.

El Principio Supremo se expresa como sigue:

• PRINCIPIO DE IDENTIDAD: A es A. Cada ‘cosa’ tiene una identidad individual propia que la diferencia de todas las demás.

• PRINCIPIO DE NO-CONTRADICCION: A no es No-A. Ninguna ‘cosa’ puede ser y no ser a un mismo tiempo, o dicho de otra manera, ninguna cosa puede ser lo que es e igualmente lo contrario de sí misma.

• PRINCIPIO DEL TERMINO MEDIO EXCLUIDO: Entre A y No-A no hay nada. Es decir: son mutuamente excluyentes. Entre ellos no existe continuidad alguna, al igual que entre el Sí y el No, entre lo Verdadero y lo Falso o entre lo Bueno y lo Malo.

¿Cómo procedemos para alcanzar cada conocimiento específico?

Todo el conocimiento humano comienza por los 'sentidos', principalmente por la vista, como afirma Aristóteles. Esto, que es rechazado por los idealistas, se basa en un hecho elemental: la estructura básica del conocimiento humano se forma en los primeros años de la infancia en relación directa al contacto físico con la realidad, cuando todavía no se desarrolla en plenitud la capacidad intelectual de razonar.

Siendo así, cuando alcanzamos esa plenitud intelectual ya disponemos de una habilidad segura para conocer y saber: primero, aceptamos las imágenes sensibles de las ‘cosas’ que queremos conocer: esta piedra en la que acabo de tropezar, ese árbol cuyo fruto me agrada, ese hombre que viene caminando hacia mi, etc. Enseguida, mediante la ABSTRACCION INTELECTUAL, transformamos esas imágenes en ‘conceptos’, es decir, en ideas universales que nombran cada ‘cosa’ como ‘objetode conocimiento: piedra, árbol, hombre. Por último emitimos un juicio intelectual que establece la objetividad a su respecto.

En síntesis, el conocimiento es un saber desinteresado al servicio de la VERDAD, que podemos describir simplemente como:

La conformidad de la mente
con la realidad que existe fuera de la mente.

 

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